
Pedro
El cambio de año tiene algo mágico para mi. Es una transición maravillosa que vivo como un enorme papel en blanco enterito sólo para mí.
Por un año en el que nuestros corazones no se hagan más pequeños tras el fin del espíritu navideño.
Por un año con la mejor banda sonora: palabras bonitas.
Por un año de retos que nos hagan crecer, dar un paso hacia adelante, o de dar dos hacia atrás si el futuro al que queremos llegar requiere un gran impulso.
Por un año que nos haga viajar a través de experiencias nuevas que amplíen nuestra manera de ver el mundo. Que nos ayude a comprenderlo, amarlo y respetarlo un poquito más.
Por un año en el que cada día nos despertemos con la ilusión del día de Reyes.
Por vivir un año como si fuéramos un niño con zapatos nuevos todo el rato. Y sonriendo con la mirada siempre.
Por un año al que aplaudamos cuando finalice hasta reventarnos las palmas de las manos. Como se aplaude tras el concierto de nuestra vida.
Por un año 2018 bonito, bonito, bonito. ¡Pero rebonito!