Julia
Tengo varios Solbes en mi casa. Algunos son retratos, otros son ilustraciones llenas de música y de preciosos colores. Una o dos veces al año hacemos el mismo ritual. Nos sentamos uno frente al otro y le escucho hablar mientras miro a un punto lejano para dejarle dibujar.
Guardo todos los Solbes, algunos en una carpeta otros los he llevado a enmarcar. Pero el que más me gusta, el que más valoro tener, es a Iván.