Laura
Recuerdo que cuando era adolescente me hicieron una especie de entrevista en la que tenía que hablar de las cosas qué suceden a esa edad, al leerla me costaba ver escritas esas vivencias que yo misma había contado, sin duda, lo que más me llamó la atención fue aquella frase que decía: » … y su boca se movía en mil direcciones…»
Hoy, 13 años despúes de aquello, estando de pie con la mirada fija en alguna parte del otro lado de la ventana y conversando mientras Iván me dibuja en lo único en lo que puedo pensar es: por favor, que mi boca no se mueva en mil direcciones.
¡muchas gracias!