No sé qué tabaco fumas ni en qué países has estado. Tampoco sé si hablas otros idiomas además del tuyo. Pero me gustaría conocerte. No sé si conduces, ni si amas la tierra en la que creciste. No tengo ni idea de si escribes cartas o si tienes pánico a llamar por teléfono. ¿Sabes nadar, el mar significa algo importante para ti? Tampoco sé si te gusta más madrugar o trasnochar, si sabes bailar o si alguna vez has pensado en aprender a hacerlo. No sé si te comes todo lo que hay en el plato o eres de los que lo esparcen hacia los lados. Sea como fuere, me gustaría cocinar para ti. Y si estuvieras más a mi lado, aclararía mis ideas.

No sé si lees novelas o revistas. Si amas la mano que te da de comer, pero sí creo que tu corazón ha sido maltratado también.

Tú no sabes si yo soy capaz de pintar, ni cuántos discos tengo en casa. Ni si duermo como un tronco o lo hago con dificultad. Pero quizás te gustaría descubrirlo. ¿Te gustaría saberlo? Si decides continuar tu camino, yo no perderé la cabeza. Los dos seguiremos por nuestro lado aunque sería una pena. Pero lo sobrellevaré, no soy de las que caen fácilmente.