Desde octubre de 2012 y de lunes a viernes, dibujo una persona al día.

 

Me llamo Iván Solbes y soy ilustrador. Trabajo haciendo dibujos para múltiples soportes: carteles, prensa, revistas, editorial, carteles y sobre todo publicidad. En mi web puedes ver una gran selección de ilustraciones.
Tras años de mucho trabajo llegó la crisis a mi sector. Para mí fue una crisis por partida doble, económica como casi todo el mundo y creativa en mi vida profesional. Llevaba mucho tiempo con la sensación de estar muy limitado por mi técnica y pensé que estaría muy bien manejar mejor mis herramientas para poder dibujar cualquier cosa que se me antojara. Mi conclusión, aunque parezca muy simplona, me llevó un buen tiempo dar con ella: cuanto mejor dibuje más trabajo tendré. Había que ponerse manos a la obra ya mismo.

 

Entusiasmado con la nueva meta a conquistar me puse manos a la obra. Durante los veranos de 2011 y 2012 no paré de dibujar a amigos y familia  en la playa. Fue allí donde llegué a la conclusión de que para mejorar necesitaba un entrenamiento continuo, y tras el segundo veraneo de dibujos empecé a pensar en cómo podría mantener esa rutina en mi vida habitual. La idea surgió en septiembre de 2012: a través de las redes sociales convocaría a gente que esté parada y les propondría un trueque: tú vienes a mi oficina y posas para mí durante un ratito. A cambio, yo publico el retrato en las redes sociales acompañado de tu CV para promocionarte y quién sabe, quizás encuentres trabajo. El dibujo original me lo quedo yo pero te regalo un archivo con la imagen escaneada a buena calidad por si la quieres imprimir y quizás, por ejemplo, acompañarla de tu CV en vez de la típica foto para hacerlo más original y diferenciarlo de tantos otros que por desgracia tanto circulan en esta época.

 

El éxito fue total. En pocos días tenía una lista de espera de casi un mes y varios medios se interesaron por la historia. Fue tal la abalancha de gente que durante un tiempo tenía que dibujar dos personas al día. El plan funcionaba, poco a poco me iba soltando y los dibujos salían mejor pero era consciente del larguísimo camino que me aguardaba. Era tal la cantidad de gente que venía, la cantidad de historias, la simpatía y la calidez que recibía que decidí no poner condiciones: a partir de ese momento podía venir quien quisiera, parado o no, a cambio de que dejara un recuerdo por escrito. Así es como el Diario de Retratos va tomando la forma actual: una gran serie de rostros, una colección de testimonios, de pequeñas historias que tal vez ayuden a entender el estado de ánimo y las esperanzas de la gente en estos tiempos que corren y además, la restransmisión en directo de un aprendizaje a través de las redes sociales. Día a día puedes observar mi evolución, como las líneas se hacen más delgadas, son más certeras, pero eso sí, muy lentamente.

 

Si vives en Madrid o vas a pasar por aquí y quieres participar en el Diario de Retratos, pídeme cita en Contacto. Necesito muchos modelos, siempre, hay muchos días por delante y me queda un largo camino por recorrer.

 

Los retratos están ordenados por orden cronológico desde septiembre de 2012 hasta el día de hoy. Comencé dibujando en un cuaderno tamaño A3. Durante el primer año aparecen todos sentados porque de pie, en ese formato, quedaban excesivamente pequeños. El dibujo iba a lápiz y luego, cuando el modelo se había ido, lo coloreaba con gouache muy diluido y repasaba los trazos. Al comenzar el segundo año, en octubre de 2013, empecé a dibujar a la gente de pie en un cuaderno A2. Desde debrero de 2014 sigo dibujando a los modelos de pie pero a lápiz. Empleaba demasiado tiempo coloreando y además me distraía de mi misión principal: aprender a mirar bien, afinar el trazo y que lo que entrara por mis ojos salga por el lápiz de la forma más limpia y espontánea posible. Actualmente el dibujo empieza y termina con el modelo. Durante los 40-50 minutos que dura la pose tengo que aprender a gestionar mis recursos y resumir al máximo sin perder el parecido y el gesto del modelo. En esas estoy. Si quieres ayudarme eres bienvenido.