Cuando salí de la Habana de nadie me despedí solo de un perrito chino que venía tras de mí…

Cambiaron los ritmos, los olores, las risas , los ires y venires cada año buscando no perder lo que habia dejado atrás me hacían que no viese mar , distancia entre mi Habana y yo.Y es que no la había el tiempo y el espacio se hicieron relativos .En Madrid  encontré mi espacio , me acepto de manera tranquila déjando que viviese mis historias , mis fantasías ,que me adentrase en sus misterios que se fundiera en mí . Y hoy de una manera especial mi Habana ha llegado a tener dos  Paseos del Prado y mi Madrid tiene dos ángeles caídos .

En Madrid/Habana 8 de Junio del 2016.