María Salas

Mi nombre es María Salas y tengo trabajo a la vez que muchas ganas de ver un retrato mío hecho por Iván, al que conocía por sus ilustraciones.

Me hubiera gustado salir sonriendo, pero es difícil conservar la sonrisa durante 45 minutos. Mientras posaba se me aparecía Tita Cervera en pop-up para animarme a mantener la sonrisa, pero entonces ya era tarde para variar el gesto porque me encontraba cómoda en esta versión más seria de mí misma.

Soy de Santander, donde vive mi familia, y llevo en Madrid ya doce años. “Aquí” he configurado una familia alternativa integrada por un perro que se cree una persona y un gato que se cree un perro. A pesar de lo que pueda parecer, los tres hacemos un buen equipo.

Trabajo en el departamento de cuentas de una agencia de publicidad, G2, y hasta ahora casi siempre para clientes internacionales. Es un poco extraño hablar de una misma, así que dejaré que lo hagan personas que me conocen. Se trata de algunas de las opiniones que en su día me mandaron de manera anónima para hacer más constructivo mi trabajo y que, al releerlas, me han dado una pequeña alegría. Eran parte de un ejercicio del Master de Dirección de Marketing y Comercial que cursé en ESADE.

“Tiene don de gentes. Sabe escuchar, sabe hablar, sabe enriquecerse intelectualmente de forma autodidacta y como esponja a partir de los que la rodean. Es inteligente y no presume de ello. Doy fe de que ha sobrevivido a situaciones de estrés que muchos otros no podrían haber superado”.

En “necesidades de desarrollo” incluían lo siguiente: “Personalmente no creo que esto haga falta, pero mirando a través de un prisma del tipo ESADE, diríase que le falta ambición. No es ningún tiburón, ni ningún delfín. Dicen que con más ambición, se llega más lejos. Just do it, vaya. A menudo sus capacidades intelectuales se perciban más en los aledaños del trabajo, que en el trabajo en sí. Cuesta imaginarla cabreada. Esto hace que en ocasiones te la puedas tomar a coña. Debería de aprender a fruncir el ceño para adquirir más relevancia en su status”.

Viendo el retrato creo que he ganado en capacidad para fruncir el ceño. Aunque a mí las opiniones que más me gustan son las que dicen que soy positiva, optimista y proactiva.

Puedes conocer más de mí y ver que ya estoy ensayando la sonrisa para la próxima vez que me dibuje Iván en http://www.linkedin.com/pub/maría-salas/9/73a/305

  • 2013