Nerea Basterra
Periodista.
La idea de ser retratada me tensaba un poco. No soy una persona tímida, pero imaginarme bajo la mirada de alguien que no conocía y que iba a analizarme para sacar una versión de mí, la que fuera, no me resultaba sugerente. Últimamente me siento en un examen continuo, es como si todo el mundo fuera loco por hacerse una idea aproximada de las personas para quitárselas de encima cuanto antes. Sentarme en la silla de pintar de Iván fue divertido, de vez en cuando tienes que mover un poco las manos para asegurarte de que siguen allí, pero no mucho tiempo, porque para él es la parte más difícil de dibujar. Fue una tarde muy Nokton y la recuerdo con mucho cariño.