Irene Ovejero

Una noche de primavera.
En la sombra del templo
un misterioso hombre suplica.

Ante la enredadera en flor
Comimos nosotros
Que somos simples hombres.

Bajo las flores de un mundo efĂ­mero.
Con mi arroz entero
y mi sake blanco.

  • 21 de marzo de 2017