Hugo Gañán

No siempre puedes conseguir lo que quieres, pero, si lo intentas, puedes encontrar lo que necesitas. Porque no hay nada que puedas hacer que no pueda ser hecho, nada que puedas cantar que no pueda ser cantado. Podemos ser héroes, aunque solo sea por un día.
El momento de dudar ha pasado, cuando no hay futuro para ti, cuando deambulas por el lado salvaje, do, dodoo, do, do, dodooo, do, dodoo. Entonces, ¿no querrías a alguien a quién amar?, ¿no necesitas a alguien a quien amar? Alguien que escuche tus oraciones, alguien que esté ahí. ¿No sería bonito vivir en un mundo que nos pertenezca?, ¿o prefieres malgastar tu vida con el pecado y la miseria de una casa de putas?
– Otra gente te mirará y se reirá de ti cuando les digas que estos son los mejores días de nuestras vidas.
– No sé lo que pensar. No sé lo que decir.
– Mejor era cuando creía que tú me comprendías. Ahora veo que no.
Tienes que levantarte, que alzarte por tus derechos. Tienes que pelear por tu derecho a disfrutar y demostrar lo fuerte que es tu lucha, sin importante quién está equivocado o quién tiene la razón. Sí, hay dos caminos que puedes hacer y tú estás en el largo. Todavía hay tiempo para que cambies de senda.
No te lo pienses demasiado, que la vida está esperando. Yo sé que todo va a ir bien, sha, la, la, la, lee, yeah, y, mientras tú te mantengas, podrás contar conmigo. Si estás deprimido o tienes problemas, llámame. Llámame a cualquier hora, o desde cualquier lugar. Porque cuando me llamas, es como una pequeña plegaria.
– Otra gente empezará a sudar frío si les dices que estos son los mejores días de nuestras vidas.
– No sé qué pensar, no sé qué decir.
– Mejor era cuando creía que tú no me mentías. Ahora veo que sí.
¿Qué se siente cuando no tienes casa, cuando eres un desconocido, cuando eres una bala perdida? No puede ser, cariño, oh, no, no, no, no, no, no, no puede ser. Pasa de eso, pasa de eso, pasa de eso ahora. Olvida todos los cálculos y simplemente baila la música de la emisora de rocanrol. ¿Estás mejor? ¿O te sientes igual? ¿Es más fácil para ti ahora?
Yo soy libre, y te estoy esperando para que me sigas. Pero si cruzas por aquí sé precavido. Si alguien te sale al paso no le des la espalda. Ahora, de algún modo deberías darte cuenta de lo que vas a hacer. Cada paso que des, cada movimiento que hagas, cada vez que respires, te estaré vigilando.
– Otra gente odiará oírte decir que estos son los mejores días de nuestras vidas.
– No sé qué pensar, no sé qué decir.

– Y tú, tú, tú ya no eres igual. No me digas que sí.

  • 2015