Eva Mª García
..tardes de verano acariciando un gato sentada en un bordillo del 9 del Pasillo Angolotti, las duras jornadas de una semana en otoño de trabajo en el campo, los sulfitos, los tu verás lo que haces, los tenías que haberle dicho, los secretos de corrector de bolígrafo derramado, ¡bájate del tren que han puesto una bomba!, el olor de pinturas de madera, quien se apunta a un viaje hasta el fin del mundo, vuelos, trenes, óleo y aguarrás, un spray morado en unos ojos, orujo de membrillo, salidas al hospital en la noche, una manzana sin corticoides, el Raval, Murcia, Salamanca, Madrid, Ávila, una noche con velas en Tudescos, Frida Khalo acompañada de Arwen, Chaplin, Liza Minelli, y muchos otros en un pueblo de Burgos, picoesquinas, un timbre sonando con triste urgencia, ángulo obtuso, pichi de inauguraciones, winidini, un soldado y velas, guisantes: rellenos y amantes, si me muero te mato, una gemela pelirroja, espalda, paseos, grados bajo cero, desayunos que arreglan el mundo, pegamento termofusible…
Podría haberlo llamado Magritte, «Ceci ne pas Eva»