El primer retrato que me hizo Iván hace ya casi 5 años, coincidió, según he «sabido» hace poco, con el comienzo de un lustro gobernado por Saturno y su furia.

En este ciclo algunas cosas han mejorado, especialmente en el área laboral, he sido feliz fugazmente en lo alto de muchos acantilados y quizás lo mejor que me ha pasado ha sido encontrar una nueva forma de expresión: la poesía.

En general ha sido este, un tiempo gris con pinceladas de  momentos muy oscuros, pero acabó (me han dicho) con el final de 2017.

Espero que este sea el último retrato de Iván en este lustro dominado por la ira de Saturno o, según se mire, el primero de un nuevo ciclo, dominado por otro planeta menos belicoso.

Hache Emeric