Zarlos Ortiz
“Algo se arremolina en lo profundo de la lengua al pronunciar su nombre hasta el final, y esto que se esconde es una venganza que Zarlos Ortiz tiene siempre preparada para todo aquel que quiere leer su palabra sibilante”. Así se refería a mí un colega, ahora lo rescato para acompañar este retrato. Y todo va de intentar “plasmar” en un papel, a través de la imagen o de la palabra, convertir lo tangible en utópico, en idea. Termino confiando más en los trazos que en la escritura. La figura del crítico está totalmente desprestigiada y nadie quiere hoy amarnos. Por momentos me concentro en el dibujo que se esconde. Me abstraigo y aparece Iván, dedicado a crear otras vidas, diversas identidades. Lo que hace hoy el dibujante es inventarme otro yo, quizá el verdadero. Llevo sentado frente al espejo, casi una hora, translúcido. Dejándome pintar, casi a punto de morir. Pessoa al final de su vida pide sus gafas y clama por sus heterónimos. Su último texto escrito estaba en inglés: I know not what tomorrow will bring