Almudena
Entre este retrato y el anterior que me hizo Ivan muchas cosas han sucedido: cambio de casa y de barrio, de trabajo, de estado civil, de garitos preferidos (que pasan a ser las casas de los colegas), de capacidad de dormir (que se reduce inexorablemente), de preocupaciones vitales (esas se amplían). Y el mayor cambio aún por venir, el bebé en camino; ese que no se aprecia en el retrato, aunque yo me lo intuyo en la mirada. Pero permanecen los amigos. Gracias, Iván por ser uno de ellos y por formar parte de esos cambios y reflejarlos.