Irene Ovejero
Una noche de primavera. En la sombra del templo un misterioso hombre suplica. Ante la enredadera en flor Comimos nosotros Que somos simples hombres. Bajo las flores de un mundo efímero. Con mi arroz entero y mi sake blanco.
Una noche de primavera. En la sombra del templo un misterioso hombre suplica. Ante la enredadera en flor Comimos nosotros Que somos simples hombres. Bajo las flores de un mundo efímero. Con mi arroz entero y mi sake blanco.
Tejiendo redes, cumpliendo sueños Buscandome Visto por Maria Elisa Monge a las 13:25 en otras historias, en mi historia. Despejando sombras, encontrándome en el asombro de las vidas nuevas junto con las antiguas. Recorriendo caminos caminados con otros pies de … Seguir leyendo