Andrea

http://www.youtube.com/watch?v=z4PKzz81m5c

 

Tengo 21 años, según mi DNI, claro. Igual por dentro tengo 12, o 35… quizá sólo 30.

Algo me dice que no es la última vez que voy a estar delante de Iván, no sé si por sus trazos, por todo lo que quiero y tengo que decir… igual por ambas.

 

¿Por dónde empezar? Ahora mismo suena ‘Almost Blue’, de Chet Baker, y el alma se me encoge, haciéndose tan pequeña… tan, tan pequeña.

 

Recuerdo la primera vez que la escuché, no el por qué.

Estaba aquí, en el mismo sitio que ahora, en mi silla de madera, sentada sobre mi cojín rojo con puntitos blancos (para lxs que no me conocen, es mi estampado, mi seña de identidad), y bastaron dos acordes del piano para que toda mi atención se volcara sobre Chet.

Segundos después la trompeta llorando, yo llorando… la música llorando.

Momentos que anulan quien soy, qué soy, qué hago; momentos que, sin más, quedan tatuados, más que las golondrinas de mis pies, el timón de mi codo o el símbolo de amor verdadero que vive en mi espalda.

 

¿A dónde quiero llegar? Quién sabe… creo que mi único objetivo con este texto es que escuchéis ‘Almost Blue’, que sintáis, que cerréis los ojos y bailéis con cada nota, haciéndoos parte de ella…tan parte de ella como Chet Baker lo es de mi.

Creo que ahora sacaré la flauta del estuche y tocaré con él, olvidé deciros que soy músico… olvidé deciros tanto que seguramente volveré y os escribiré mientras Iván me deja inmortalizada en papel.

  • 2014