Nunca tuve la necesidad de escribir, así que cuando Iván me propuso hacerlo para acompañar el retrato pensé en poner una cita. La primera que me vino a la cabeza fue una que me gusta especialmente: «omnes vulnerant, postuma necat», pero me parecía un tanto triste y también pedante. Decidí entonces que sería más adecuada  «volando voy», que me define menos pero me gusta más y al utilizarla sentirla más propia. Al final, lo que iba a ser una simple cita se ha convertido en todo esto.